Con el faro que indica que en el 2050 ya no habrá en Colombia 9 trabajadores por cada adulto mayor sino solo 3, varios expertos reunidos en el seminario ‘Alternativas de reforma pensional en Colombia’ pusieron algunas piezas para ayudar a construir la reforma pensional que el país necesita.

 

En el evento, organizado por el Banco de la República y el CiSoe (Centro de Investigación Social y Económica), con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría, puso de presente la inequidad y la baja cobertura en el sistema, pues esta última, solo alcanza el 36 por ciento, y los regímenes privado y público generan desigualdades, pues en lo público todas las pensiones, principalmente las más altas, reciben subsidios, aspecto que debe ser uno de los primeros en ser abordados en una eventual reforma.

La sostenibilidad financiera del régimen público es el otro pilar que hay que mirar con lupa, según Echavarría, teniendo en cuenta que el gasto anual en pensiones es de 3,4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que equivale al 25 por ciento del recaudo tributario.

Por su parte, Cecilia López, presidenta del CiSoe, señaló la necesidad de evaluar las lecciones aprendidas tras 25 años de la ley 100 de seguridad social, de manera que se busque el camino para garantizar una vejez más digna.

A diferencia de otras propuestas, la de López apunta a que los beneficios pensionales que generen bienestar, no solo deben ir a los más pobres, sino también a la clase media y, con énfasis en la población rural.

Pablo Casali, representante de la OIT, se fue más por el lado de la universalidad y las prestaciones de calidad; mientras que la presidenta de Colpensiones, Adriana Guzmán, dijo que lo clave es que más personas puedan pensionarse, en vez de estar devolviendo saldos.